Sobre estrategia empresarial también se puede aprender con videojuegos

Más de 2.000 estudiantes de la UPV/EHU han participado en el concurso de videojuegos online B-Cubes sobre estrategia empresarial.

Videojuegos y cubos de Rubik pueden servir para estudiar estrategias empresariales. De eso no hay duda. Así lo han demostrado los más de 2.000 participantes de B-Cubes, videojuego online de estrategia empresarial creado por los programas de apoyo al emprendimiento Zitek, Entreprenari e Inizia de la UPV/EHU. En esta edición han participado estudiantes de los diferentes centros de los tres campus.

400 participantes llegaron a las rondas finales y, de ellos, sólo cuatro a la gran final, que se disputó en Azkuna Zentroa, en el marco del Festival AzPlay Certamen Internacional de Videojuegos Independientes. Stephanie Andrea Rincón Bautista, Sergio Morales, Giancarla Noemí Gómez y Diego Bonachia Soto fueron los finalistas. Los cuatro son alumnos de la Facultad de Economía y Empresa de Bilbao. Stephanie fue la ganadora, y tras ella se clasificaron Sergio, Giancarla Noemí y Diego.

La empresa B-Cubes produce y comercializa ‘cubits’, unos dados de metal con diferentes apariencias. El desafío consiste en construir y gestionar todas las partes de la compañía, desde la maquinaria de producción hasta el departamento de I+D, pasando por la contratación de personal y la venta al público de los cubos. A ese reto se tuvieron que enfrentar los participantes.

El objetivo del juego es, como explica Sergio, «gestionar una empresa eficazmente en todos sus aspectos, cuidar de todos los recursos, finanzas, producción, ventas, marketing, etc. Lo que es llevar una empresa, como en la vida real».

B-CUBES from UPV/EHU on Vimeo.

Un duro entrenamiento

Los participantes disponían de una demo para prepararse, que es con la que se han entrenado también los finalistas. Tienen muy claro que el trabajo previo a la final ha sido crucial para llegar a la última fase bien preparados. Empezaron probando con la demo, ajustando estrategias y buscando las que más les beneficiaban. Admiten que le han dedicado tiempo a afinar sus estrategias. «He metido horas, hay que entrenar duro», subraya Sergio. El no paró hasta dar con la «estrategia ganadora».

Stephanie Andrea, la ganadora, estuvo ensayando con una amiga, haciendo pruebas y buscando qué es lo que mejor funcionaba. «Fui probando, monté un laboratorio, una empresa de fabricación de mineral de hierro… eran cosas que no terminaban de cuajar. Lo que más aumentaba la puntuación era comprar los cubos ya hechos y venderlos, y vi que eso era lo más factible», recuerda. Diego también se preparó a fondo, y poco a poco fue superando las distintas fases. «Vi que en Twitter otros participantes subían la puntuación, me empecé a picar, y casi sin darme cuenta estaba en la final».

Para participar en B-Cubes no es necesario saber de empresas ni de economía o marketing, pero parece que algo ayuda ya que los cuatro finalistas estudian en la Facultad de Economía y Empresa. Según Sergio, el estudiar ADE «me ha podido dar la lógica de pensar en clave de oferta y demanda». Stephanie Andrea pudo sacar provecho de lo estudiado en el grado, como por ejemplo la importancia de las políticas de comunicación para alentar la demanda, «cosas que ves en la carrera y que las puedes aplicar en el juego».

Una disputada final

En la final tuvieron que improvisar, y mucho. Los cuatro finalistas se vieron obligados a hacer frente a diferentes problemas: crisis bancaria, crisis nacional que les obligaba a vender sólo en el extranjero, crisis de suministros que les llevaba a fabricar únicamente lo que su empresa tuviera en stock, etc. Eran trabas con las que no contaban y que no estaban previstas, la capacidad de reacción jugó un papel importante en las puntuaciones.

Diego fue el que mejor puntuación llevó a la final, aunque también fue el primer eliminado. «La final no tuvo nada que ver con lo que habíamos hecho en las fases anteriores. Había que reaccionar muy rápido a los problemas que te planteaban. Además, no teníamos ratón, y yo estoy acostumbrado a utilizarlo… eso también me perjudicó», recuerda Diego. Finalmente quedo en cuarto lugar.

Siendo alumno de marketing, Diego llevaba una estrategia mayormente comercial, pero descuidó tal vez el resto de aspectos. «De repente no podía pedir financiación, había crisis; los trabajadores convocaban una huelga, en cada nivel te ponían situaciones que tenías que resolver, y no respondí con la suficiente rapidez», cuenta.

En la estrategia de Sergio, el segundo clasificado, también primó la parte comercial. Gran parte de éxito en la final dependía de cómo cada jugador había organizado su empresa. «Si tenías tu empresa preparada para producir de la manera adecuada a los problemas planteados, no pasaba nada, pero si sólo te dedicabas a comprar y vender productos determinados poco tenías que hacer».

Stephanie Andrea optó por una estrategia de crecimiento sostenible, primero contrató y compró; luego se puso a producir, para más tarde vender y crecer. Y lo hizo de forma equilibrada tanto en sus fábricas como en sus tiendas, decidió no comercializar lo que no produjera. «Cuando vi que los diferentes escenarios que ponía no me afectaban mucho, que todo lo que había hecho conjugaba bien con las situaciones de crisis que nos proponían me di cuenta de que iba muy bien encaminada».

Y unos estupendos premios

En la final de B-Cubes se repartieron 3.000 euros en premios. Stephanie Andrea recibió un cheque de 1.000 euros; Sergio, uno de 500; y, Giancarla y Diego, de 300 euros. Además, se sortearon seis premios de 100 euros entre todos los participantes que completaron el juego, y los setenta primeros participantes que compartieron su resultado en Twitter recibieron un cubo de Rubik.

«Me gustó mucho el juego, me volvería a apuntar», señala Stephanie Andrea. Sergio y Diego también han disfrutado jugando y no dudan en recomendarlo. «Repetiría, sin duda», dice Diego, y también quiere animar a la gente. «Animaría a participar a todos los alumnos, me ha parecido muy interesante jugar con un simulador de empresa. Y además de aprender te puedes llevar unos premios estupendos», asegura.

Sergio suele seguir de cerca todas las actividades que organiza Zitek, y ha participado en más de un concurso organizado por el programa de apoyo al emprendimiento. «Me interesan los concursos de Zitek, suelo estar atento a ver qué ofrecen, y lo seguiré estando, claro».

Noticia publicada en Campusa UPV/EHU

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